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Hereros: pastores ancestrales de Angola

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  • Está considerada como la etnia más antigua de África
  • Se muestra su modo de vida a través de más de 56 impactantes fotografías de gran formato y algunas prendas de vestir, aderezos y objetos

Las imágenes inundan y emocionan la sala de exposiciones del Museo Valenciano de Etnología, no solo por su tamaño, sino por las miradas que algunas mujeres y hombres hereros traspasan desde el papel fotográfico a quienes nos asomamos a su cotidianeidad.

El fotógrafo, publicista y productor cultural, Sérgio Guerra (Recife, 1961) expone una selección minuciosa de sus expediciones a Angola, mostrándonos sus registros de los Hereros, el grupo étnico más antiguo del continente.

La exposición del dueño de la más completa colección de imágenes de la cultura angoleña, podrá verse en el Museo Valenciano de Etnología hasta el próximo 12 mayo.

Hereros, de Sérgio Guerra / Foto: Homocultum

Hereros, de Sérgio Guerra / Foto: Homocultum

 

La Diputada de Cultura de la Diputación de Valencia, María Jesús Puchalt, inauguró la exposición el pasado 13 de marzo, denominada Hereros. Pastores ancestrales de Angola. Se trata de una coproducción de la institución provincial con Sao Paulo, tras ser vista por más de 200.000 personas en Brasil, con temporadas en Lisboa y Luanda.

La diputada de cultura destacó que «es una oportunidad única para descubrir una forma de vida ancestral, impactante»:

El repertorio de imágenes y sonidos reunidos en la muestra transportan al espectador al universo de este grupo étnico compuesto por pastores seminómadas, que son un ejemplo de la perpetuidad y resistencia de una economía y cultura ancestrales amenazadas por el acelerado proceso de modernización y occidentalización de los países del continente africano, así como por la devastación de la guerra civil que castigó el país durante décadas. A través de la iconografía, registros materiales y registros multimedia sobre el pueblo Herero, su tradición y sus rituales, la muestra contribuye al conocimiento de un mundo que se resiste a desaparecer.

Detalle de la exposición / Foto: Homocultum

Detalle de la exposición / Foto: Homocultum

 

Los hereros

El contacto inicial de Sérgio Guerra con los hereros causó un impacto inmediato en el artista: «Cuando los vi por primera vez, fue como si una puerta de mi percepción se abriese hacia algo que sabía que existía, pero que me costaba creer», recuerda. Fue en 1999 cuando viajó a las provincias de Huíla y Namibe para grabar Nación Coraje, un programa para la televisión angoleña que incluía desde noticias de guerra hasta informaciones sobre la cultura del país y sus poblaciones. Durante esa excursión, Guerra tomó imágenes de los Mukubais, uno de los subgrupos de los Hereros. Siete años más tarde regresó a Namibe y descubrió otros subgrupos: los muhimbas, los muhacaonas, los mudimbas y los muchavícuas: «Comencé a entender que aquellos pueblos, a pesar de su apariencia muy diferente, tenían todos una raíz común, eran de la misma familia», explica.

El fotógrafo habló con nosotros:

Obra de Sérgio Guerra / Foto: Homocultum

Obra de Sérgio Guerra / Foto: Homocultum

 

Las fronteras

Los Hereros son parte de una expansión bantú de cultura de pastoreo que vive entre Namibia, Angola y Botsuana. Llegaron en el siglo XV a lo que actualmente es Angola y se asentaron en las provincias de Cunene y Namibe en el sudoeste del país, región semidesértica de pastos naturales y escasas y breves lluvias. Su vida cultural se construye en torno a la relación con el ganado y el medio ambiente.

En Angola, durante toda la primera mitad del siglo pasado, los Hereros fueron perseguidos por las autoridades coloniales, que los forzaron a cambiar la ganadería y el nomadismo por la agricultura y la vida sedentaria. Superaron la persecución y el destierro recuperando sus tradiciones ancestrales.

En Namibia resistieron la esclavitud y se opusieron a la dominación alemana, lo que los transformó en víctimas de uno de los mayores genocidios de la historia. En 1904 el general Lothar von Trotha decretó una «orden de exterminio», que mató cerca del 80% de la población de los Hereros.

Obra de Sérgio Guerra / Foto: Homocultum

Obra de Sérgio Guerra / Foto: Homocultum

 

Al convivir con los Hereros, el fotógrafo advirtió que los propios angoleños sabían muy poco sobre esa etnia y ni siquiera sabían distinguirlos: «Descubrí que, más allá de mi atracción por este pueblo, de alguna manera sería útil compartir con un número mayor de personas todo lo que pude conocer sobre ellos».

A pesar de la distancia geográfica que separa a los subgrupos, todos hablan el idioma herero, además de portugués en Angola, inglés en Botsuana e inglés y afrikáans en Namibia. Para conocer más de cerca el modo de vida de la etnia, Guerra vivió durante un tiempo dentro de las comunidades observando sus prácticas cotidianas: «Vi que incluso en la escasez comparten siempre sus alimentos con los demás. Cultivan la solidaridad, evitan el egocentrismo y practican una economía familiar de aprovechamiento, cuyo objetivo es la ampliación constante del patrimonio para un uso siempre colectivo. También percibí que honran y festejan a sus antepasados y que practican con gran eficacia la justicia, castigando las infracciones con fuertes multas que, además del perjuicio económico, también representan una reprimenda moral».

Sérgio Guerra y Mª Jesús Puchalt / Foto: Homocultum

Sérgio Guerra y Mª Jesús Puchalt / Foto: Homocultum

 

Los propios hereros dicen: «Escuchamos a nuestros antepasados, los más viejos que ya se fueron. Para nosotros escuchar es muy importante», y sí, para nosotros, también debería ser así.

Más imágenes de la exposición de Sérgio Guerra en Pinterest Homocultum.

Julià Pérez // Valencia

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